Reflexiones sobre la diversidad en nuestras aulas
1.- Atención a la diversidad
Nuestra concepción de atención a la diversidad se basa en tres aspectos:
a) El objeto de nuestro trabajo son personas con su propia individualidad; por tanto procuramos una educación personalizada.
b) Pretendemos el desarrollo de todas las facetas de la personalidad; es decir una educación integral.
c) Así asumido el objeto de nuestro trabajo, es decir, facilitar una educación personalizada e integral hemos de concluir que la atención a la diversidad y la orientación no son fenómenos aislados o especiales dentro de nuestra actividad sino que está integrada en el currículum, es una faceta más de nuestra responsabilidad.
Este planteamiento corre el riesgo de reducirse a opiniones más o menos vacías de contenido real aunque de los mismos se derivan distintos tipos de actuaciones que deben ser objeto de este y otros programas del Instituto. Por ejemplo es necesario:
a) Asegurar una oferta de opcionalidad suficientemente amplia y en función de las necesidades del alumnado.
b) Asesorar y facilitar la toma de decisiones sobre opciones e itinerarios educativos y, en su caso, profesionales.
c) Definir los objetivos, contenidos y actividades de enseñanza/aprendizaje acordes a la realidad del alumnado. Ello implica decisiones concretas en la elección de contenidos y su secuenciación, en la metodología y en la evaluación de los aprendizajes y todo ello tanto en el currículo ordinario del Instituto como en las adaptaciones y programas específicos (apoyos, diversificación...etc.) que se adopten. Todo ello bajo el objetivo prioritario de ofrecer una enseñanza de calidad.
En esta línea nuestros Proyectos Curriculares -especialmente el de secundaria- deben asumir como líneas prioritarias la integración de acnee y la prevención e intervención en el fracaso escolar.
d) Coordinar la acción educativa entre las distintas áreas a través de la Comisión de Coordinación Pedagógica y entre los distintos profesores que forman un equipo docente coordinados por el tutor.
e) Prevenir las dificultades
de aprendizaje, de adaptación , etc.; tanto específicas de
un área o materia como generalizadas y asegurar que el Instituto
tiene una respuesta adecuada en el caso de que éstas se produzcan.
2.- Atención a la diversidad y Prevención de las dificultades de aprendizaje
A partir de esta concepción de la atención a la diversidad deseamos reflexionar en torno a la Prevención de las dificultades de aprendizaje y del fracaso escolar.
El fracaso escolar es multicausal y no es objeto de este documento presentar un estudio o una reseña de la información acerca de las causas que lo favorecen, no obstante puede apuntarse:
Desde el punto de vista intelectual.
Los alumnos que no promocionan de curso tienden a obtener medias inferiores (estadísticamente significativas) en dos factores:
Hay una diferencia superior
a un curso escolar.
Desde el punto de vista socioafectivo.
En factores de personalidad se han encontrado diferencias significativas en los siguientes aspectos:
En relación con la autoestima los alumnos que fracasan escolarmente desarrollan una teoría de sí mismo caracterizada por expectativas negativas sobre su rendimiento y la personalidad que conducen a una conducta definible como "indefensión aprendida", depresión o agresividad que en los aspectos académicos supone la renuncia a aprender.
El control externo de la conducta por la institución escolar tiende a fracasar mientras que el control interno es inexistente o débil.
Las interacciones escolares percibidas por estos alumnos como una estructura social que facilita el rechazo, por trato duro o por indiferencia, de aquellos alumnos que no responden al concepto de buen escolar.
Los alumnos que no se adaptan a los ambientes escolares normalizados citados comienzan a moverse, en un clima escolar caracterizado por normas sociales asistemáticas, indiscriminadas, externas y paulatinamente extrañas a él.
Estos datos deben ser relativizados pero en tanto que parecen estar en "sintonía" con la experiencia docente; pueden ser tenidos en cuenta como elementos de reflexión.
En conclusión y partir de las consideraciones planteadas hasta ahora hay que decir que una propuesta educativa para la prevención debe sustentarse en estos planteamientos:
1.- Todo programa debe incluir a toda la comunidad escolar para que resulte rentable, viable, y capaz de producir cambios. Ciertamente el alumnado es el centro de atención pero en modo alguno el único elemento de la institución escolar y centrarse exclusivamente en ellos conduce a enmascarar parte de la realidad.
2.- Puede reducirse el riesgo de fracaso escolar si las programaciones prevén de manera sistemática la inclusión de actividades que supongan el uso de técnicas del "aprender a aprender". Parece claro que se esta exigiendo al alumnado un nivel de abstracción por encima de sus posibilidades por lo que si no se aumentas sus capacidades mediante los propios contenidos terminará siendo un círculo vicioso.
3.- Es necesario conseguir un clima escolar en el Instituto que sirva para desarrollar determinadas actitudes que tienen una incidencia clara e incluso determinante en el fracaso escolar. En realidad la mayoría de los contenidos actitudinales previstos en la ESO van en esa dirección pero es necesario marcar prioridades y concretarlas:
La realidad revela la necesidad de dar respuesta educativa a un tipo de alumnos caracterizado por una historia de deprivación cultural o fracaso escolar ya sea ligada a causas culturales, de etnia, nacionalidad y/o, a causas socioeconómicas y familiares.
Esta respuesta no puede ser otra que una adaptación del currículum para acercar las necesidades de estos alumnos y alumnas a unos contenidos que tienden a rechazar por razones culturales o por la propia experiencia del fracaso previo en la escuela.
El alumnado tradicional del centro procede en su mayoría de familias de clase media. En los últimos cursos se ha producido una importante incorporación de alumnos con necesidades de compensación procedentes de la inmigración de diferentes países.
Con independencia del origen
nacional, étnico o cultural podemos constatar un aumento del número
de alumnos con necesidades de compensación educativa de tal modo
que nuestro instituto escolariza actualmente en la ESO un número
creciente de alumnos en situación de desventaja socioeducativa.
La siguiente tabla resume los datos numéricos aproximados (Marzo
2001).
|
Alumnado
total.
ESO |
Alumnado minorías. | Alumnado minorías con necesidad de compensación. | Alumnado minorías con apoyos programa de compensación | Alumnado sin apoyos programa de compensación con necesidad |
Primer Ciclo | 151 | 42 (28%) | 24 (57%) | 24 (100%) | -- |
Segundo Ciclo | 236 | 46 (20%) | 34 (74%) | -- | 34* (100%) |
Total | 387 | 88 (23%) | 58 (66%) | 24 (41%) | 34 (59%) |
*Alguno de estos alumnos recibe apoyo mediante el programa de diversificación curricular y en otros no están suficientemente evaluada la necesidad ya que en cualquier caso se carecía, hasta ahora, de recursos para su atención en el segundo ciclo de ESO.
Estas desventajas se concretan en:
No podemos olvidar tampoco que estos proyectos tienen un elemento preventivo básico del fracaso escolar ya que algunos de estos adolescentes caminan hacia la marginación social con todo lo que ello significa.
Tampoco puede obviarse la importancia de la estructura grupal en los adolescentes por lo que todo trabajo de supone trabajar desde y en el grupo.
Integrar a este alumnado no solo en el instituto sino también en su entorno social desarrollando hábitos de convivencia y mejorando su autoestima supone intervenir en las variables que llevan al fracaso escolar y personal.
Nuestro interés en prevenir y compensar se centra por un lado en lo curricular mediante programas complementados con elementos de educación no formal, habilidades sociales y conocimiento de las nuevas tecnologías.
Desde el punto vista psicosocial
todo programa de estas características debe perseguir los siguientes
objetivos.