"Este territorio comienza en el segundo
tercio de los Estados Unidos al oeste del Gran
Río. Una línea trazada desde el punto extremo de Texas hasta la frontera septentrional de Dakota del
Norte marca sus límites orientales. A partir de esta línea, hacia
el oeste, se extiende hasta el Océano Pacifico bordeado por el Canadá al
norte y México al sur. Comprende la mitad de la superficie de los Estados
Unidos, diecisiete estados total o parcialmente... su longitud máxima es
de 2.413
kilómetros..."
En 1848 los estados Unidos son los dueños del continente. El expansionismo, doctrina política oficial, les ha procurado una serie de victorias sobre los ocupantes extranjeros de un suelo cuyo destino americano preveía ya Jefferson en 1802.
El Oeste cuenta ahora en la vida de la nación como una fuerza conquistadora. Bajo su influencia, Washington ha tenido que tomar decisiones capitales tanto en el terreno de la política exterior como en el interior. La guerra contra México fue la coronación de este período. Las etapas del avance quedaron marcadas de manera muy nítida: la exploración provocó oleadas inmigratorias para explotar la tierra así abierta.
De hecho, lanzó a las vanguardias
norteamericanas hacia el desierto, permitió la evaluación de los recursos
naturales directamente explotables y trazó los ejes de penetración útiles
para el pionero interesado en la ocupación del suelo. Con él avanzó la
frontera de la población blanca más alla del Mississipi.
Correlativamente, y al revelarse en el colono un hambre de tierra cada vez más imperiosa, la frontera del indio iba retrocediendo. Estos son los dos polos mayores del balance que se puede cerrar en 1848. El norteamericano ocupa el polo positivo, conquistador victorioso de las soledades del hombre rojo, al que queda reservado el papel de vencido, el papel negativo.
1513 El español Juan Ponce de León desembarca en Florida.
1536 El francés Jacques Cartier desembarca cerca del actual Montreal (Canada)
1540 En el Alto Hudson, Cartier establece la primera factoría comercial en los actuales Estados Unidos
1541 El
español Hernando de Soto llega a la parte norte del río Mississippi.
1565 Se establece en San Agustín (Florida) los primeros colonos españoles, bajo el mando de Pedro Menéndez de Ávila
1579 Francis Drake desembarca en Martin Country (bahía de San Francisco)
1585 Los ingleses ocupan Virginia.
1600 Colonizadores españoles establecen las primeras "misiones" en California.
1607 El capitán inglés John Smith funda Jamestown (Virginia), primer núcleo de población permanente en el territorio. Lo forman 105 emigrantes.
1620 Desembarcan del buque Mayflower en Cape Cod, Plymouth (Massachusetts), unos colonos puritanos ingleses que se dirigían a Virginia. Redactan el Mayflower Compact, pacto que sirve de base a su gobierno y que posteriormente será imitado por el resto de las colonias
1667 Nueva York, al igual que New
Jersey y Delaware, pasa a manos de los
ingleses.
1670 Desembarcan los primeros colonos de Carolina.
1673 Los franceses, partiendo del lago Michigan, recorren el Mississippi hasta su confluencia con el río Arkansas.
1679 La
corona inglesa reconoce la nueva colonia de
New
Hampshire.
1702 Se funda Nueva Orleans.
1739 James Oglethorpe, ayudado por un grupo de ciudadanos ingleses encarcelados por deudas, funda la colonia de Georgia.
1769 Fray Junípero Serra se instala en California.
1776 Declaración de la independencia de los trece Estados (Delaware, Pennsylvania, New Jersey, Georgia, Connecticut, Massachusetts, Maryland, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Virginia, Nueva York y Rhode Island)
1777 Durante la primavera, los ingleses ocupan la capital rebelde, Filadelfia. 17 de Octubre: en la batalla de Saratoga, es derrotado el general inglés Burgoyne.
1778
6 de Fe 1782 30 de Noviembre: Inglaterra reconoce la independencia de la Unión. 1804 14 de Mayo: parten de St. Louis el capitán Meriwether Lewis, el teniente William Clark, el sargento Gass y un grupo de soldados para explorar la cuenca del río Missouri. 1805 15 de Noviembre: Lewis y Clark, que han alcanzado la cuenca del río Columbia, llegan al Océano Pacífico. |
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1806 Septiembre: Lewis y Clark regresan a Washington. Pike, remontando el río Osage, llega a las montañas Rocosas y las bordea hacia el Sur. Cruza el río Grande, se interna en México y, atravesando Texas, regresa a Louisiana al año siguiente.
1816 Se firma un tratado con Inglaterra que señala el paralelo 49º como frontera entre Estados Unidos y Canadá.
1818 Entra en funcionamiento en los Grandes Lagos el primer barco de ruedas, el "Walk- inthe-Water".
1829 Se descubre oro en el territorio
cherokee, en Georgia.
1830 El presidente mexicano Anastasio Bustamante niega a los americanos todo derecho a la colonización de Texas. Texas se declara república independiente.
1836 En el fuerte de El Alamo, en San Antonio, 180 tejanos, con la ayuda de Davy Crockett, resisten los ataques de varios miles de mexicanos, mandados por el general Santa Ana. No hay supervivientes.
1841 La Erie Railroad inagura el primer ferrocarril americano.
1842 John Charles Fremont, con su guía Kit Carson, explora las montañas Rocosas y escala su cima más elevada, que hoy lleva su nombre (Fremont Peak).
1844 John Charles explora California.
1845 Texas y Florida son admitidas como Estados de la Unión. Sin embargo, Texas, como República Independiente, se reserva el derecho a abandonar la Unión en un futuro.
1846 13 de Mayo: La Unión declara la guerra a México. 14 de Julio: John Charles Fremont proclama la
República californiana. Ayudado por el coronel Stockton y el
generalKearny, sofoca la rebelión mexicana. Nace, en una granja de Scott
County (Iowa),William Frederick Cody, que será conocido mundialmente como
Buffalo
Bill. Miles de mormones, dirigidos por
Brighman Young, se dirigen hacia el Oeste, huyendo de las persecuciones de
que son objeto, en busca de la tierra prometida: establecerán una
próspera colonia en Salt Lake City ( Utah).
1847 John Charles Fremont es destituido de su cargo de gobernador de California.
1848 24 de Enero: cerca de Coloma, Sacramento (California), un obrero, en la propiedad del rico inmigrante suizo John Augustus Sutter, descubre oro. La avalancha de buscadores aumenta, a finales de año, la población del Estado a 90.000 habitantes. 2 de Febrero: Se firma la paz entre Mexico y Estados Unidos.
1849 California pasa a ser un nuevo estado de la Unión.
1856 21 de Abril: por primera vez, un tren atraviesa el Mississippi, entre Rock Island (Illinois) y Davenport (Iowa).
1858 John Butterfield funda una ruta que permite atravesar el continente en diligencia rápida, desde San Francisco hasta St Louis: el viaje dura 22 días.
1859 E.L. Drake descubre petróleo en Pennsylvania occidental.
1860 3 de Abril: entra en funcionamiento el Pony Express.
Desde St. Joseph (Missouri) hasta Sacramento
(California), el correo es transportado a
caballo por un sistema de relevos en el tiempo récord de nueve días. Sus
caballistas se harán pronto famosos. Pony Bob Haslan, uno de ellos, recorrió
380 millas a través de regiones infestadas
de indios. A los 14 años de edad, W.F.
Cody cabalgaba ya para el Pony Express.
1861 12 de Abril: el general P. Beauregard ataca Fort Sumter (Carolina de Sur). Se inicia la guerra civil. Al inagurarse la Línea telegráfica de la Western Unión, que comunica rápidamente las dos costas, desaparece el Pony Express.
1862 El gobierno federal concede a la Unión Pacific, que construye el ferrocarril a partir de Council Bluffs (Iowa), y a la Central Pacific, que parte de Sacramento (California), parcelas de terreno en cantidad proporcional a las millas de tendido construidas.
1865 9 de Abril: el general Lee se rinde en Appomatox al general Grant. Así acaba la guerra civil. Cinco días después, Lincoln es asesinado.
1868 Jesse
Chisholm traza la ruta que, desde Red River
(texas) a Smoky
Hills, cerca de Abilene (Kansas),
permite llevar el ganado en grandes rebaños hasta el tren. La longitud de
la ruta es de 800 millas.
1869 En Promontory Point (norte de Utah), se unen las
líneas del ferrocarril continental.
El 10 de
Mayo, las últimas vías son unidas con clavijas de oro y plata y se
reúnen las locomotoras "Júpiter" (Central
Pacific) y "119 " (Unión Pacific).
Estados Unidos nació
como país en las últimas décadas del siglo XVIII, cuando las trece colonias se declararon
independientes de Gran Bretaña, en 1776. Tras
la guerra entre las colonias y la metrópoli, el tratado de Versalles de
1783 reconocía los límites del nuevo país: por
el Oeste, hasta el río Mississippi; por el Norte, hasta los Grandes Lagos,
y hacia el Sur hasta el Paralelo 3, en el Norte
de Florida. A lo largo del siglo XIX estableció
sus límites actuales y se convirtió en la potencia que irrumpe en el
escenario mundial a finales del siglo.
A ello contribuyó el aumento de la población procedente del Norte y Este de Europa, fundamentalmente, a la que se le ofrecieron, condiciones muy ventajosas, otros horizontes en los que iniciar una nueva vida, gracias a las leyes federales que facilitaban la adquisición de tierras.
La aplicación de las revoluciones en el
transporte, agricultura e industria fue determinante para que la expansión fuera
un éxito. El continuo avance de la frontera, desde el Mississippi hacia el
Oeste, no terminará hasta que se alcance el océano Pácifico. Este continuo
trasiego, que tuvo su punto álgido partir de la segunda mitad del siglo XIX, es lo que se había bautizado como la conquista
del Oeste y que en la historia de Estados Unidos ocupa un sitio muy
especial. Avance blanco que, naturalmente, se hizo en detrimento de los
pobladores autóctonos norteamericanos, los indios, incapaces de hacer
frente al poder númerico y tegnológico de los nuevos pobladores del
continente.
En 1803, Estados Unidos compró a la Francia napoleónica el territorio de Luisiana por 15 millones de dólares. Una inmensa área que, desde el Mississippi, llegaba por el Oeste hasta las Montañas Rocosas, por el Norte hasta Canadá y por el Sur incluía el próspero puerto de Nueva Orleans, por el que salía la mitad de los productos del nuevo pais.
En 1804, el gobierno envió
exploradores para elaborar un informe sobre el nuevo territorio y levantar
mapas con vistas a su ocupación. Fue así como M.lewis y W.Clark abrieron
la que luego sería la ruta de Oregón, que desde San Luis cruzaba las
grandes praderas y llegaba hasta las Montañas Rocosas y que reforzaría la
posterior reclamación sobre el territorio de Oregón. Por otro lado,
Zembulon M.Pike recorrió Kansas, Colorado y Nuevo Mexico hasta llegar a
Santa Fe. Ambas rutas serían utilizadas por los colonos para llegar a
California.
Otras vías seguirían el rastro de puestos y fuertes de las compañías peleteras que ya venían manteniendo un fructífero comercio con los indios y tramperos desde mucho antes de la expansión colonial.
Huyendo de la guerra y de las miserias de Europa, desde 1815 empezaron a arribar a Estados Unidos miles de inmigrantes, en una proporción que no haría más que multiplicarse en los años posteriores. Entre este año y 1860 se calcula que llegaron unos cinco millones de europeos.
Éstos exigieron de la Administración medidas liberales para ser dueños de la tierra y
verse libres de los indios. Convencidos de su derecho de conquista , dos
leyes les ayudaron a instalarse legalmente. La ley de prioridad (1841), que reconocía la propiedad de tierras
consideradas públicas y que habían adquirido sin permiso del Gobierno. Por
esa ley se reconocía la prioridad de quienes ya estaban instalados para
convertirse en dueños legítimos.
La Homestead Act o Ley de Excepción al embargo (1862) concedía a los colonos 65 hectáreas de tierra pública si residían en ellas durante cinco años, y se aplicó sobre todo en las Grandes Praderas.
El avance de la frontera se hizo lentamente, de generación en generación. Poco a poco, el Oeste sustituyó al Este en la producción de ganado y cereales, siendo fundamental en este último apartado la aparición del arado de acero de John Deere (1834), que facilitó la roturación de tierras antes difíciles de trabajar.
En
1845, el político y publicista John Sullivan
acuñó un término, Destino Manifiesto (Manifest Destiny, cuya traducción
mas correcta sería Destino Evidente), para justificar moralmente la
conquista: la providencia veía con buenos ojos que Estados Unidos se
expandiese hasta el Pacífico, dada la superioridad del hombre blanco, en
general, sobre indios y mexicanos, del anglosajón norteamericano, en
particular, sobre el decadente sajón del Viejo Mundo. Una opinión similar
animó a las potencias europeas a repartirse Asia y África por las mismas
fechas.
En la conquista del Oeste se dieron, por tanto, varios factores: deseos de prosperar, afán romántico de aventuras, conciencia de superioridad y derecho moral sobre antiguos pobladores y una especial protección del Gobierno para los asentamientos; y , finalmente, el ideal de propagar la democracia, la religión cristiana y de afianzar el poder del Gobierno. Entre 1803 y 1850, Estados Unidos había triplicado su territorio. A mediados del siglo ya contaba con más de veinte millones de habitantes, sin contar la población autóctona . El país estaba listo para la conquista definitiva del Oeste.
Es muy probable que,
sin Custer, el mito de la caballería no existiera, o que, al menos, su
impacto fuera mucho menor. De hecho, en la mayor parte de westerns la
presencia del ejército es un dato puramente funcional, algo que se da por
sabido o que tiene una función muy definida que cumplir. En el cine,
quien persigue a los bandidos es un pequeño grupo de ciudadanos, dirigido
preferentemente por un "profesional". En el Far West, aun siendo
territorio de ocupación, el ejército no actúa en tanto que la policía:
ésta es organizada por la autoridad local, o bien se trata de patrullas
eventuales o grupos como el de los "Texas Rangers".
El ejército interviene sólo, en la
práctica, en trabajos puramente bélicos. Es decir, contra el indio o
contra el extranjero (mexicano). Y
en el Far West, ejército quiere decir, sobre todo, caballería. En los
grandes espacios, la infantería carece de rapidez o movilidad, no puede
efectuar súbitos avances. La guerra india, especialmente, es guerra de
guerrillas, de sorpresas, escaramuzas y emboscadas. En este caso, sólo la
caballería puede devenir mito. Y no resulta paradójico el hecho de que
este mito tuviera su base precisamente en una derrota tan aplastante como
la de Custer en Little Big Horn. Para paliar el fracaso del Séptimo de
Caballería, para enmascarar los hechos y seguir manteniendo la visión
mítica del ejército, la batalla de Little Big Horn fue deformada en su
sentido de forma que Custer pasara a engrosar la galería de respetables
héroes nacionales.
Pero
si el ejército es parte fundamental en la conquista del Oeste, el mito de
la caballería es ante todo un mito fordiano. Su configuración, la
codificación de sus elementos y, sobre todo, la clara y rigurosa
exposición de éstos son patrimonio fundamental de Ford. Éste es el único
realizador que ha mostrado la vida militar (y ello también en otros filmes
que no pertenecen al género) de forma suficientemente compleja como para
huir del fácil apologismo o de la abstracción más o menos patriotera.
Aunque, por ejemplo, en La diligencia la aparición de la caballería es
casi marginal, reducida a protección (primera parte del film) o a
salvación en el último minuto (aparición final contra Gerónimo), pocos
años después Ford realizará una trilogía sobre la caballería de una
coherencia total: Frot Apache, La legión invencible (She Wore a Yellow
Ribbon, 1949) y Río Grande, interpretados los
tres por John Wayne (acompañado de los viejos amigos de Ford: Victor
McLaglen, Jack Pennick, Ben Johnson, etc.) y basados en novelas de James
Warner Bellah: Massacre, War Party y Mission With no Record,
respectivamente.
En esta trilogía podemos distinguir tres temas fundamentales que
se entrecruzan y relacionan entre sí: a) la lucha contra los indios. b)
las relaciones que se producen en la sociedad militar, especialmente la
dependencia del subordinado para con su jefe; c) cómo ambos hechos
repercuten en la vida familiar y los problemas cotidianos. El estilo de
Ford, teñido de un sentimentalismo más aparente que real, apegado a una
tradición pictórica y popular (es significativo que She Wore a Yellow
Ribbon sea el título de una canción tradicional del Oeste), configura una
visión de la caballería que oscila entre el afecto por los hombres y una
actitud desencantada ante dicha institución.
En Río Grande, el teniente coronel Kirby Yorke (John Wayne) se verá obligado a asumir la responsabilidad de una ilegal invasión de territorio mexicano para que el gobierno federal, en la persona del general Sheridan, quede limpio de toda culpa. Hay en la trilogía de Ford, y en toda su obra, una constante puesta en duda de la jerarquía, especialmente en lo que afecta a la imposibilidad de los grados inferiores para influir en las determinaciones del jefe: imposibilidad que, en Fort Apache, ocasionará la muerte de numerosos soldados, impotentes ante la situación.
En otros
filmes retomaría Ford el tema de la caballería: en Misión de audaces (The
Horse Soldiers, 1959), sobre un acontecimiento
real de la guerra civil; en Sargento negro (Sergeant Rutledge, 1960) historia de un proceso en el que un sargento de
raza negra es acusado de violación y en la que se muestra el racismo
dentro del ejército; en Dos cabalgan juntos (1962) de forma bastante tangencial, y en El gran
combate (1964), donde asistimos de nuevo a la
impotencia del subordinado, el capitán Archer (Richard Widmark), para
solucionar el problema de los indios que quieren regresar a su tierra
natal.
Si Mann en The Last Frontier (1955), o Walsh en Una trompeta lejana (A Distant Trumpet, 1964) han tocado asimismo el tema de la caballería, éste, dentro del cine clásico, sigue siendo ante toda leyenda fordiana. En los últimos tiempos, en que el western busca nuevos caminos y está surgiendo una nueva serie de mitos, procedentes del spaghetti-western y de la descomposición política de país, el tema de la caballería ha decrecido notablemente. Es un momento en el que el cine prefiere los antihéroes a los héroes, y cuando films como Soldado azul o El pequeño gran hombre se limita a mostrar que en la caballería tiene cabida la paranoia, pero dejan de lado la raíz del problema, un film como Mayor Dundee (Major Dundee, 1965) de Sam Peckinpah, es el único que propone una visión auténticamente inteligente del ejército.
El cinismo, la rapiña y la mezquindad
hacen de este film, que fue abundantemente mutilado por la propia
productora, la más amarga crónica sobre el real sentido de la intervención
militar en el Oeste. La afabilidad con que Ford se muestra con muchos
de sus personajes se convierte aquí en indignación. Los antihéroes que
Peckinpah nos propone en su film, y muy especialmente en lo que se refiere
a su relación con los mexicanos, no eluden su verdadera significación: que
la intervención militar en el Oeste, tanto contra los indios como contra
los pueblos fronterizos que fueron "liberados", fue ante todo una
invasión, un expolio y un acto de colonialismo.
Éste es un hecho que ningún historiador o cronista objetivo de los Estados Unidos es hoy capaz de negar.
Aquellos viejos pioneros agresores y exaltados por una lucha que
ocupó obsesivamente toda su vida; patriarcas pasionales y violentos; los
hombres de la frontera, sometidos a las bruscas modificaciones de su
espacio, expulsados de la historia y oscilantes medio de las demarcaciones
imprecisas que separan la civilización de la barbarie; protagonistas de un
tiempo de aventura; amarrados a un eterno presente sujeto a extrañas
detenciones y aceleraciones; los cultivadores de la llanuras, amoldados a
una tierra que es toda horizonte y , sin embargo, enemiga; todos estos
hombres son, unas veces soterrada y otras abiertamente, personajes de un
juego trágico.
Y lo más sorprendente en ellos es que, aun siendo casi siempre seres triviales, casi estúpidos, gente mediocre, están por un milagro de su "situación", a la altura de la solemnidad implícita en ese juego, probablemente porque hay "otro lado" en esa su trivialidad, que permite al hombre contemporáneo reconocerse en ella a sí mismo y soñar, a través del mito del Oeste, una resolución no trivial de su propia trivialidad: tal vez ahí reside el secreto cotidiano del western como portador , mediante sus sistemas arcaicos de relación con el mundo y con la naturaleza, de una moral contemporánea.
De entre todos los personajes del Oeste que
incorporan a su juego este rasgo con mayor diferenciación hay que
destacar, muy por encima de los restantes, al forajido, al bandido, que en
la visión ingenua del período de formación del mito se convino en llamar "
el malo " y que es uno de los personajes que más han evolucionado a lo
largo de la historia del género. El bandido del Western muestra su
condición de tal en su propio rostro, en la marca más exterior de su
conducta, en su figura toda. El bandido
es tal por una especia de decreto
inapelable de la imagen cinematográfica. Su alma es visible y le acompaña
como una especie de aureola siniestra. Se le reconoce siempre a primera
vista. Enrarece las imágenes por donde pasa.
El "malo" ejerce su maldad a cuerpo limpio; no es hipócrita; no se oculta; es un ser totalmente contenido en su apariencia; no niega su maldad y acepta sin equívocos las derivaciones de la misma; es un hombre, ante todo, coherente. En un film de Budd Boetticher un "malo" mata a otro. Alguien que ha presenciado la escena observa: " Eso no esta bien". El "malo" contesta: " yo no pienso en lo que está bien, sino en seguir viviendo".
El "malo" es un obseso de la supervivencia. Mata cuanto hay que matar por y para seguir viviendo. Ha comprendido la hostilidad de la tierra que le rodea y, fiel a su lógica, saca automáticamente de esa comprensión las conclusiones precisas. Hay ocasiones de que "el malo" se afana en el perfeccionamiento externo de tales conclusiones y se convierte en un esteta de la ejecución, en un degustador cínico de las formas de la muerte. En la jerga del mito, lo mismo que matar es "hacer morder el polvo", disparar es "dar gusto al dedo". El cinismo se manifiesta a veces en una especie de planificación del trabajo. El "bueno" Randolph Scott, seguimos en Budd Boetticher, pregunta a Henry Silva, uno de los "malos " de la película:
- ¿A cuantos has
matado hoy?
- A siete
- ¿Cuándo crees que
habrás matado a nueve?
- Mañana.
Otras veces, la frialdad homicida aparece de manera menos seca y
adquiere las formas de la pulcritud. Jack Palance, en Raices profundas,
antes de asesinar se coloca siempre, delicada u ceremoniosamente, unos
suaves guantes de piel negra. Lo mismo hace Robert Vaughn en Los siete
magníficos ( The Magnificent Seven, 1960), de
John Sturges. Ronald Reagan, en La reina de Montana, De Allan Dwan, se
presenta a un ranchero que acaba de contratar sus " servicios"; el patrón
observa que el revólver de Reagan está poco usado, y eso le preocupa.
Imaginando que ese desuso es síntoma de falta de entrenamiento:
PATRÓN: ¿Por qué no
tiene muescas?
REAGAN: Me gustas usar una herramienta nueva
para un trabajo nuevo.
La respuesta es propia de un hombre higiénico y meticuloso en su labor. Lo que se llama un "Profesional".
Richard Brooks realizó un brillante y aparatoso western sobre la
naturaleza de esa "profesionalidad": Los profesionales (The Profesionals,
1966). John Sturges, en Los siete maganificos
fue, sin embargo, y con mayor sencillez, mucho más al fondo, un fondo
donde el crimen aparece como una profesión en sentido moral: algo que se
profesa, como las vocaciones. Matar es, en rigor, una ética y una forma de
vida.
El "malo" es, por eso, algo más complicado que un obseso de la supervivencia y, sobre todo, un refinado esteta de las formas que ha elaborado y aprendido para conseguirla.
La aureola del pistolero, su signo inconfundible, es una consecuencia de su cultivo de las apariencias , que unas veces se pone de manifiesto en su aspecto de abandono y desaliento - Lee Marvin en La ingenua explosiva ( Cat Ballou, 1965) - ;otras en su atildamiento - Humphre Bogart en Oro, amor y sangre (Virginia city,1940), de Michael Curtiz - ; otras en sus andares tensos con los brazos pegados a los costados - Henry Fonda en El hombre de las pistolas de oro (Warlock, 1959), de Edward Dmytryk -; otras en su postura bravucona acodado en la barra de una cantina - Scott Brady en Johnny Guitar - ; otras en su mirada hosca y taciturna - Robert Ryan en Grupo Salvaje, de Sam Peckinpah -.
Es decir: máscaras, el gesto congelado
de un hombre sin matices, tipo de una sola pieza y de un solo gesto
rotundo y predominante: su obstinación cerrada y fatalista.El "malo " es,
por eso, un experto en el arte y las técnicas de la adaptación al medio
hostil que le rodea: es un hombre en guardia. De ahí que sea raro ver a un
pistolero desarmado. Un pistolero sin pistola pierde pudor y vergüenza. En
la jerga del mito, ir sin pistola es " ir desnudo". Y, sin embargo,
Sterling Hayden no lleva armas - visibles al menos - en Johnny Guitar.
Samuel Colt construye el primer revólver, modelo de cilindro, que popularizará con su nombre.
1836 Sam Houston, presidente de Texas, crea los " Texas Rangers".
1837 Nace en una granja de Illinois, James Butler Hickcok, que será reconocido como Wild Bill Hickcok.
1843 Nace Frank A. James.
1847 Nace Jesse W James.
1848 Nace en Monmouth (California), Wyatt
Earp.
1850 Nace en Alabama, Pat Garret.
1851 21 de Julio: nace Sam Bass, que sería famoso atracador de correos y trenes.
1852 Nace Mary Jane Canary, conocida luego como Calamity Jane.
1859 Nace en Nueva York, William H. Bonney, que sería conocido con el alias de Billy the Kid.
1863 Jesse James se incorpora a las guerrillas sudistas de "Bloody Bill" Anderson y posteriormente a las de W.C. Quantrell. Se calcula que la banda de Quantrell asesinó a mil personas durante este año.
1865 Una bala destroza el pulmón derecho de
Jesse James.
1873 Aparece el revólver de calibre 45, que alcanzará rápidamente una gran popularidad. Calamity Jane, que trabaja en el transporte del correo a lo largo del Yellowstone River, es capturada por los cheyennes. Wild Bill Hickcok, de quien la leyenda dice que estaba enamorada, la rescata.
1875 La policía ataca la casa de Jesse James, que en aquellos momentos estaba ausente. Su hermanastro pequeño muere y su madre pierde un brazo.
1876 Atraco de los hermanos Frank y Jesse James al First National Bank, en Northfield (Minnesota). La población interviene espontáneamente y están a punto de perder la vida. 2 de Agosto: mientras jugaba al póker en un salón de Deadwood, Wild Bill Hickcok es asesinado por la espalda por Jack McCall.
1877 Al ser
asesinado Tunstall, su patrón, Billy the Kid le venga, iniciando así su
carrera criminal. En Fort Griffin (Texas) entablan amistad "Doc" Holliday
y Wyatt Earp.
1878 Asediado
en la casa de McSween, Bill the Kid consigue escapar milagrosamente. Sam
Bass, que había atracado cuatro trenes en quince días es delatado por el
soplón Jim Murphy. Los "Texas Rangers" acaban con él en Round Rock
(Texas). Al año siguiente, Murphy, por temor a la venganza de los
supervivientes, se suicidará.
1881 Pat Garrett captura a Billy the kid. Condenado a muerte, éste consigue evadirse cuatro meses después. Garrett le persigue y le asesina a traición, mientras dormía, en Fort Summer, en casa de su amigo común Pete Maxwell. Earp y "Doc" Holliday acaban con la banda del viejo Clanton y sus hijos.
1882 Se ha puesto precio a la cabeza de Jesse James: diez mil dólares. Robert Ford le mata a traición en su casa por la espalda, mientras Jesse colocaba un cuadro en una pared. Octubre: Frank James se entrega a Crittebden, gobernador de Missouri.
1883 El jurado de Gallatin (Missouri) declara, ente la sorpresa general, que Frank James no es culpable.
1895 Bill Doolin ("Cimarron Kid") roba la paga del ejército en el tren de Rock Island (Oklahoma).
1903 Muere Calamity Jane.
1908 Muere en las Cruces (Texas), Pat Garrett.
1916 Muere Frank James.
1929 Muere Wyatt Earp.
Frente al maniqueísmo
biempensante de muchos de los héroes del western, el villano provoca
muchas veces nuestra simpatía y nuestro interés. Sin villano no hay
western posible. Reducido el género, muchas veces, a lucha entre el bien y
el mal, a ejemplo moralizador, la personificación del "malo", del otro
peso de la balanza, tiene un atractivo al que pocos actores han sabido
escapar. Incluso un actor clásicamente "ejemplar" como Henry Fonda, ha
sido el obcecado mitómano coronel Thursday de Fort Apache, o el cínico
sheriff-ladrón de El día
de los tramposos (there
Was a Crooked Man......, 1970), de
Joseph L. Mankiewicz.
La mayor parte de los grandes villanos del Oeste han sabido estar a ambos lados de la ley. Richard Widmark, extraordinario rufián de Cielo amarillo (Yellow Sky, 1948), de William A. Wellman, o de Desafío en la ciudad muerta (The Law and Jake Wade, 1958) de John Sturges, ha sabido ser el honrado capitán del El gran combate. Como villano, Widmark ha sido el perfecto bandido sin escrúpulos, cínico y carente de la necesidad de disimular su villanía. Como Jack Palance en Raíces profundas, su sola presencia denota el carácter del personaje.
Todo lo contrario representa uno de los grandes actores secundarios de Hollywood, Arthur Kennedy. Kennedy es, sobre todo. El hombre retorcido y farisaico que enmascara continuamente sus auténticas intenciones. Una de sus primeras apariciones cinematográficas, Murieron con las botas puestas, nos lo muestra como intrigante comerciante que provoca indirectamente la batalla de Little Big Horn.
En dos filmes de
Mann, Tierras lejanas y El hombre de Laramie (The Man from Laramie, 1955), Arthur Kennedy aparece bajo rasgos amables y
atractivos que disimulan su carácter real. Sólo en un poco conocido
film, The Naked Daw (1955), de Edgar G. Ulmer, se
presentará como auténtico villano. Su rehabilitación tendrá lugar en una
de las más brillantes secuencias de El Gran combate y del cine de Ford en
general: la "batalla" de Dodge City contra los indios, en la cual es un
curioso "Doc" Holliday, tan divertido como el extraordinario Wyatt Earp
que representa James Stewat.
El villano más atractivo del cine de estos últimos tiempos es, posiblemente, Lee Marvin. Lanzado al estrellato tras muchos años de carrera, en su primera etapa fue un rufián que, no solamente tenía todos los atributos del arquetipo (cinismo, violencia, crueldad), sino que les añadía una considerable dosis de sadismo, acentuado por su peculiar forma de interpretar, mezcla de exhibicionismo y contención, que hoy, al parecer, ha abandonado, para dedicarse a interminables recitados de muecas variadas.
En Seven Men from Now (1956), de Budd Boetticher, o en El hombre que mató a Liberty Balance, donde Ford, inteligentemente, le hace interpretar un "malo" típico, reducido a un esquematismo que le convierte casi en un absurdo, Marvin fue un rufián de primera categoría hasta lograr su fama actual.
Cuando en 1926, Gary Cooper (1901-1962)
interpreta su
primer papel importante, en Flor del desierto
(TheWinning of Barbara Worth), de Henry King, sustituyendo a otro actor, Harold Goodwin, lo hace en un film del Oeste. Su primer papel de protagonista, un año
después, en Camino de Arizona (Arizona Bound), de John
Waters, reincide en el género. Desde los primeros momentos, Cooper se afirma como auténtico hombre del Oeste. A lo largo de su filmografía, este género se impone sobre los demás hasta el
extremo de borrar por completo sus otras interpretaciones, hasta hacer, de
sus films de aventuras, auténticas resonancias del Far
West.
Gary Cooper representó a la perfección la imagen del americano un tanto ingenuo, amigo de la justicia, emprendedor y un poco cabezota. Siempre fué un hombre íntegro, honrado, incluso cuando, como en Solo ante el peligro (High Noon,1952), de Fred Zinnemann, sentía miedo. En este sentido no hay tanta diferencia entre el millonario de La octava mujer de Barba Azul (Bluebeard's Eighth Wife, 1938), de Ernst Lubitsch, el integro Sargento York (Sergeant York, 1941) y el cow-boy de tantos films.
La presencia de Cooper imponía el género, se ceñía a su espíritu
impecablemente. Su personaje , lleno de dignidad, era la encarnación de
las virtudes de la raza americana. Su armoniosa figura, realzada por su
característico modo de caminar, ese balanceo debido a un accidente de
juventud, era una silueta fácilmente visible y
codificable.
Pero
todo esto, que podía haberle encasillado férreamente en un tipo único, le
permitió una riqueza, una capacidad de adecuarse a todas las situaciones,
insospechadas. Cooper fue cow-boy en The Virginian (1929), de
Victor Fleming; interpretó a Wild Bill Hickok en Buffalo Bill, de Cecil B. De Mille; se
enfrentó al pintoresco sheriff Roy Bean en
El forastero; fue inocente perseguido en El caballero del Oeste (Along
Came Jones, 1945) de Stuart Heisler,
film que produjo personalmente; pionero en Los inconquistables; audaz
militar en Tambores lejanos; sheriff movido por
el pánico en Solo ante el peligro; Integro luchador en la guerra contra
México, en Veracruz
(Vera Cruz, 1954),
de Robert Aldrich; puritano en La gran prueba
(Friendly Persuasion, 1956) de William Wyler; ex
pistolero en Hombre del
Oeste (1958), de
Anthony Mann.
Como la mayor parte de los grandes actores americanos, Gary Cooper se convertía automáticamente en personaje, en protagonista absoluto. No había distancia entre intérprete e interpretado, sino que este último servía al primero.
Y si
la significación del personaje puede ser
en algún momento dudosa, en la medida que encarna el espíritu del y , por consiguiente, representa una
ideología cuando menos sospechosa, supera el hándicap con una innegable
nobleza, con un notorio ingenio un tanto socarrón, que le hace descender
del podio de los dioses para ser simplemente un hombre.
Esta oscilación entre la grandeza y la simple habilidad aparece en una divertida escena de Tambores lejanos, que comprendía el personaje de forma inolvidable: aquella en que, en medio de la selva de Florida y careciendo de agua caliente (encender fuego significaría indicar la posición a los indios), se afeita "en seco" sin hacerse un solo rasguño.
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