El
primero de estos relevantes descubrimientos fisiológicos, la distinción
entre nervios sensoriales y motores, se debe a Charles Bell (1774-1842).
Bell nació en Edinburgh y recibió una educación informal.
Pese a que asistió a las lecciones en la University of Edinburgh,
la mayor parte de su instrucción anatómica y quirúrgica
la recibiría Bell de su hermano mayor, John, reputado médico.
Cuando Bell andaba por los veinte años era ya un cirujano muy estimado
y en 1799 había sido admitido en el Royal College of Surgeons en
Edinburgh. En 1806, se trasladó a London y cinco años más
tarde se unió a la Hunterian School of Anatomy. Fue en el mismo
año, 1811, cuando Bell imprimió cien copias de las 36 páginas
de Idea of a New Anatomy of the Brain
para que circulase de forma privada entre sus amigos y colegas
En New Anatomy, Bell utilizó las evidencias anatómicas para sostener que las raíces ventrales de la médula espinal contenían sólo las raices motoras y dorsales, sólo las fibras sensoriales. Con ello, había derribado siglos de tradición en los que se asumía implícitamente que las fibras nerviosas estaban indiscriminadas respecto de las funciones sensorial y motora y estableció la distinción fundamental entre estos dos tipos de procesos nerviosos. Como ya hemos visto, la combinación de esta distinción con el asociacionismo sensorio-motor condujo en manos de Bain y Spencer a la primera psicología psicofisiológica propiamente dicha y, a través de Jackson y Ferrier, al establecimiento del paradigma sensorio-motor como fundamento de la localización funcional en el córtex.
El primer progreso filosófico relevante fue aportado por Thomas Brown (1778-1820). Brown nació en Kirkmabreck, Scotland y estudió filosofía y medicina en la University of Edinburgh donde siguió los cursos de Dugald Stewart, discípulo de Reid. En 1810, fue designado para compartir la cátedra de filosofía moral con Stewart y en muy poco tiempo fue famoso por la brillantez de sus lecciones. En 1820, después de su prematura muerte, estas lecciones fueron publicadas en cuatro volúmenes con el título de Lectures on the Philosophy of the Human Mind. Su impacto fue inmediato, indudablemente porque Brown logró unificar elementos de dos tradiciones distintas, el intuicionismo escocés de Reid y el empirismo de Condillac. Al hacer ésto, contribuyó a reencauzar ambas tradiciones.
Entre un cierto número de contribuciones novedosas, incluida una importante crítica de la introspección, basada en su creencia en la absurda idea de que una misma e indivisible mente puede ser tanto sujeto como objeto de la misma observación, Brown hizo dos desarrollos conceptuales de fundamental importancia para la historia de la psicología experimental. El primero fue destacar el "sentido muscular". Como hemos sugerido anteriormente, antes de Bain el asociacionismo había descuidado el movimiento y la acción a favor del análisis de la sensación. Brown fue el primer filósofo de esta tradición que adoptó una perspectiva sensorio-motora más equilibrada, al incluir el lado sensorial del movimiento en su conceptualización del problema de la referencia objetiva en la percepción.
La segunda contribución de Brown es su detallada elaboración de las leyes secundarias de la asociación, a las que denominó "sugestión". La formulación de estas leyes por Brown, que implicaban la duración relativa, fuerza (vivacidad), frecuencia y carácter de las sensaciones originales, así como también el refuerzo de una idea por otras, suministró más tarde a los teóricos del aprendizaje las bases para intentar explicar no solo los hechos sino los parámetros cuantitativos de asociación.
Aproximadamente
al mismo tiempo, en Alemania, otro filósofo de la mente, Johann
Friedrich Herbart (1776-1841) se interesó también por las
relaciones cuantitativas entre las ideas. Herbart nació en Oldenburg
y estudió en la University of Jena con Johann Gottlieb Fichte, con
quien se encontró en desacuerdo. Provocado por las ideas de Fichte,
Herbart decidió trabajar en su propia filosofía sistemática
y, tras terminar sus estudios en Jena, fue a Gottingen donde tomó
el doctorado en 1802. Allí permaneció hasta 1809 cuando se
trasladó a Königsberg para asumir la cátedra antiguamente
ocupada por Kant.
En Königsberg, Hebart empezó a trabajar en su psicología, publicando su Lehrbuch en 1816 y Psychologie als Wissenschaft en 1824/1825. Como evidencia este último título, Herbart creía que la filosofía podía ser tanto empírica (pese a negar la posibilidad de experimentar) como matemática. Argumentando que las ideas ("presentaciones") están ordenadas en el tiempo y varían en intensidad, intentó crear una estática y una dinámica de la mente y empleó complejas ecuaciones matemáticas para describir un sistema hipotético de principios de interacción entre las ideas.
Más específicamente, Herbart afirmó que las ideas de la misma clase se oponen una a otra mientras las ideas de diferentes clases no. Las oposiciones debilitaban progresivamente la idea original en la conciencia y, como resultado, se hundían finalmente por debajo del umbral de la conciencia, donde permanecían hasta que la aparición de una idea similar en la experiencia producía el ascenso de la original con una velocidad proporcional al grado de semejanza entre las dos ideas. Más aún, cuando la original estaba parada por la nueva idea, las ideas similares se adherían a ella. Así, ninguna idea puede ascender excepto para tomar su lugar en la masa unitaria de ideas ya presente en la conciencia. Este es el famoso concepto de "apercepción" de Herbart en el que una idea es no solo hecha consciente sino asimilada al complejo de ideas conscientes, la masa aperceptiva.
Con estas opiniones, Herbart dió varios pasos de gigante en el camino que la nueva psicología científica finalmente seguiría hacia una identificación cuantitativa compleja y cuidadosamente elaborada de la distinción entre las ideas situadas por encima y por debajo del umbral de la conciencia. Como sugiere la tradición más aceptada, fue una figura de transición entre Kant y Fechner; pero debido a su rechazo de la posibilidad de la verificación experimental y su incapacidad para enlazar su filosofía de la mente con la fisiología del cerebro, realizó sólo una parte del camino hacia la "nueva" psicología. Antes de que la psicología pudiera entrar en el laboratorio, necesitaba métodos; y la fuente primaria de los primeros métodos no estaba en la filosofía de la mente sino en el trabajo de fisiólogos como Purkyne y Weber, quienes hicieron contribuciones fundamentales a la fenomenología experimental de la sensación, o Müller, quien elaboró la doctrina de las energías nerviosas específicas que sistematizaba el papel epistemológico del sistema nervioso como intermediario entre la mente y el mundo.
Jan Evangelista Purkyne (1787-1869) nació en Libochovice, en el norte de Bohemia y recibió su primera educación formal en un monasterio piarista. Tras completar el noviciado, pasó un año estudiando en el Piarist Philosophical Institute. En 1807, bajo la influencia de los escritos de Fichte, dejó la orden y viajó a Praga. Dos años de trabajo en la University of Prague y tres años más como tutor privado precedieron a su decisión de volver a la universidad a estudiar medicina. En 1819, al terminar sus estudios de medicina, publicó su disertación de doctorado, Beiträge zur Kenntnis des Sehens in subjectiver Hinsicht. Esto condujo a su nombramiento en 1823 como profesor de fisiología en la University of Breslau. En ese mismo año, reeditó su disertación como primer volumen de Beobachtungen und Versuche zur Physiologie der Sinne. El segundo volumen, que siguió en 1825, fue subtitulado Neue Beiträge zur Kenntnis des Sehens in subjectiver Hinsicht.
Los dos volúmenes de Beobachtungen se cuentan entre los grandes
logros intelectuales del periodo y constituyen el principal punto de transición
hacia el surgimiento de la psicología experimental. Con una capacidad
extremadamente aguda para observar los detalles fenomenológicos,
Purkyne exploró las consecuencias psicológicas en la experiencia
visual de una serie de manipulaciones experimentales de las condiciones
de estimulación, incluyendo la aplicación al globo ocular
de presión y corriente eléctrica, alteración en la
exposición al foco de luz relativo a la fovea, grado de movimiento
del ojo y variación en la intensidad de la luz. Aunque Purkyne es
más conocido por los psicólogos por sus clásicas descripciones
de fenómenos tales como el cambio en la luminosidad aparente de
los colores en la oscuridad como opuesto al brillo de la luz del día
(el llamado "efecto Purkyne"), fue la amplitud y sistematicidad
del uso que hacía del método experimental para explorar los
parámetros de la experiencia sensorial lo que ayudó a sentar
las bases del futuro trabajo de laboratorio.
Ernst Heinrich Weber (1795-1878) nació en Wittenberg, Se educó en Leipzig, donde permaneció como profesor de anatomía desde 1818 y de fisiología desde 1840. En 1834, publicó De pulsu, resorptione, auditu et tactu. En la parte de su obra dedicada al tacto, Weber presentó una extensa investigación experimental de la fenomenología sensorial de la experiencia táctil. Mientras Purkyne había mostrado el valor de aplicar el método experimental a la fenomenología de la sensación, Weber extendió su enfoque más allá de la experimentación hacia la cuantificación.
Acuñando la frase: diferencia observable exacta (JND) para referirse a la más pequeña diferencia perceptible entre dos sensaciones, Weber acumuló datos en apoyo del principio general de que una JND en la intensidad de una sensación es una función del cambio en la magnitud de un estímulo por medio de un factor constante de su magnitud original (ÆR/R). A pesar de que desde entonces se había mostrado que había significantivas limitaciones en la generalidad de estas relaciones no sólo a través de otros sistemas sensoriales sino incluso en el propio tacto, sería difícil sobrestimar la importancia del descubrimiento de Weber para el surgimiento de la ciencia de la psicología. Estructurando la conexión que más tarde Fechner llamó "Ley de Weber", Weber aportó una prueba de la posibilidad de establecer relaciones cuantitativas entre las variaciones de los fenómenos físicos y mentales. Conectando estas relaciones con el sistema nervioso, y ayudó, con Müller, a establecer la función epistemológica del sistema nervioso mediante la relación entre la mente y el entorno físico.
Johannes
Müller (1801-1858) nació en Coblenz y se educó en la
University of Bonn. Recibió el título de medicina en 1822
y, tras un año en Berlín, fue habilitado como privatdozent
en Bonn, donde con el tiempo alcanzó el profesorado. En 1833, dejó
Bonn para hacerse cargo de la prestigiosa cátedra de anatomía
y fisiología en la University of Berlin. Sus más importantes
contribuciones a la historia de la psicología experimental fue la
influencia personal que ejerció sobre sus jóvenes colegas
y estudiantes, entre los que se encontraban Hermann von Helmholtz, Ernst
Brücke, Carl Ludwig, y Emil DuBois-Reymond, y la forma sistemática
que dió a la doctrina de las energías específicas
de los nervios en el Handbuch der Physiologie des
Menschen für Vorlesungen, publicado entre 1834 y 1840.
Aunque Müller había enunciado ya la doctrina de las energías nerviosas específicas en 1826, su presentación en el Handbuch fue más amplia y sistemática. Fundamentalmente, la doctrina implica dos principios cardinales. El primero de estos principios era que la mente no es directamente consciente de los objetos en el mundo físico sino de estados en el sistema nervioso. El sistema nervioso, en otras palabras, sirve de intermediario entre el mundo y la mente e impone así su propia naturaleza a los procesos mentales. El segundo fue que las cualidades de los nervios sensoriales de los que la mente recibe el conocimiento en la sensación son específicos a los diversos sentidos, el nervio de la visión era normalmente insensible al sonido como el nervio de la audición lo era a la luz.
Como Boring (1950) señaló, no había nada en esta opinión que fuera completamente original de Müller. No solo estaba la mayor parte de la doctrina contenida ya en la obra de Charles Bell, sino que el primero de los dos principios más fundamentales de Müller estaba implícito en la idea de Locke sobre las "cualidades secundarias" y el segundo incorporaba una idea sobre los sentidos que hacía mucho tiempo que era generalmente aceptada. Lo que tenía verdadera importancia en Müller era su sistematización de estos principios en un manual de fisiología que sirvió a toda una generación de estudiantes como referencia estándar sobre el tema y la legitimidad que prestó a la doctrina con el peso de su prestigio personal.
Después de Müller, los dos problemas mente-cuerpo, la
relación de la mente con el cerebro y el sistema nervioso y la relación
de la mente con el mundo, estaban inextricablemente unidos. A pesar de
que Müller no exploró por sí mismo las implicaciones
de su doctrina para la posibilidad de que la correlación final de
las cualidades sensoriales pudiera ser ligada a centros especializados
del córtex cerebral o desarrollar una psicofísica sensorial,
su principio de especificidad puso las bases para la eventual localización
de la función cortical y su opinión de la función
epistemológica del sistema nervioso ayudó a definir el contexto
en el que las técnicas para la medición cuantitativa de la
relación mente/mundo surgiera en la psicofísica de Fechner.