Principal         Gusanos de seda          El patio botánico           Semillero de árboles

  

 

La metamorfosis del gusano de seda
Textos y fotos: Noelia

 

   Metamorfosis quiere decir cambio y eso es lo que les pasó a los gusanos de seda que criamos en clase, que a lo largo de su vida su cuerpo ha ido cambiando tanto que parecen animales diferentes. Ahora te lo explicamos.

   Los gusanos de seda nos los trajo una compañera de clase, como cuarenta o por ahí y los metimos en una caja de zapatos porque, dicen que se conservan bien ahí.

   Los alimentábamos con hojas de un árbol que se llama morera y justamente lo tenemos en el patio de atrás. En los recreos cogíamos las hojas y las llevábamos a clase y le dábamos de comer.

   Es necesario limpiarlos todos los días y se limpian así: Con un palillo pasabas a los gusanos de una hoja que ya estaba comida o medio comida a otras nuevas bien frescas.
         
   Poco a poco crecían y cuanto más grandes se hacian se volvían más tragones y se pasaban todo el día comiendo sin parar.

   Cuando se hicieron de grandes como siete u ocho centímetros se empezaron a irse a las paredes de la caja. Con hilo de seda fueron formando los capullos amarillos y blancos un poco alargados y los hicieron pegados a las paredes, incluso en la tapa.

   A finales de junio hicieron un agujero en los capullos y salieron convertidos en mariposas. Nos dijo nuestro profesor que las mariposas eran feas pero para nosotros eran bonitas, blancas porque eran las primeras mariposas que hasta ahora habíamos criado.

   Cuando las mariposas salen se fecundan con las mariposas machos y pusieron muchos huevos miles y miles de huevos, diminutos y del color amarillo que después cambió al color de las lentejas, es decir, marrones.

    Varios niños de la clase habían llevado gusanos a su casa, pero cuando se hicieron mariposas las trajeron a clase para que estuviesen tosas juntas y se fecundasen.  

   Como pusimos todas las mariposas en la misma caja, allí pusieron todas los huevos. Pasó el verano, el otoño y el invierno y los huevos se quedaron en el colegio encima de un armario en nuestra clase.

   Muchas veces le decíamos al maestro si ya habrían nacido los gusanos, pero él siempre decía que cuando saliesen los primeros brotes a la morera saldrían los gusanos. Y así fue.

   Los gusanos nacen y casi no se les ve y ya le tienes que dar de comer hojas de morera, pero de recién nacidos tienen que ser brotes y hojas tiernas.

   Y vuelta a empezar, pero la diferencia es que el año pasado teníamos cuarenta gusanos y ahora... ¡más de mil!

Recomendaciones:

   Es recomendable limpiarlos todos los días y que no estén a baja temperatura, son animales que les gusta más el calor que el frío. Cuando hace frío se quedan quietos, como si estuvieran muertos, pero en cuanto les da el calorcillo reviven.

   Para recoger los gusanos recién nacidos lo mejor es usar un pincel de pelo fino, así no los harás daño y se hace muy bien.

    Procura que nunca le falte su comida: hojas de morera.

 
Principal         Gusanos de seda          El patio botánico          Semillero de árboles